¿Qué es Carbono Azul?
El carbono azul
Es el carbono capturado por los océanos del mundo y los ecosistemas costeros, distinto del carbono verde que es aquel almacenado por los bosques y sus suelos. El carbono (azul) capturado por los organismos que viven en los océanos se almacena en forma de biomasa y sedimentos, en los llamados ecosistemas de carbono azul (manglares, selvas inundables, humedales de agua dulce, marismas, pastos marinos, bosques de macroalgas, arrecifes y en el océano profundo). Los ecosistemas de carbono azul son responsables de la formación de sumideros de carbono azul y tienen una importante repercusión sobre el cambio climático al mitigar los efectos de las crecientes emisiones de CO2, a nivel local y global.
Manglares
Selvas inundables
Marismas
Dunas costeras
Macroalgas
Pastos marinos
Océano profundo
Arrecifes
Ecosistemas de Carbono Azul en México
*Para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) se consideran sólo ecosistemas de carbono azul: manglares, pastos marinos y marismas
México y el carbono azul
México posee gran diversidad de ecosistemas costeros y marinos, los cuales proveen un sin número de servicios ecosistémicos, esenciales para la mitigación y la adaptación al cambio climático: protección de las costas contra tormentas y contra aumento del nivel del mar, prevención de erosión de las costas, regulación de la calidad del agua, hábitat para especies comerciales, provisión de alimentos, secuestro y almacén de cantidades importantes de carbono, entre otros.
En el Acuerdo de París en 2015, se establecieron las rutas para transformar las trayectorias de desarrollo que generan grandes cantidades de gases con efecto invernadero (GEI) y limitar el calentamiento global a 2°C por encima de los niveles preindustriales. Cada país definió sus Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDCs) para reducir sus emisiones de GEIs, aumentar su capacidad para adaptarse a los impactos adversos del cambio climático y fomentar la resiliencia climática a largo plazo.
En el caso de México, una de sus NDC retoma a los ecosistemas costeros y marinos y estipula:
“Incrementar la captura de carbono y la protección costera con la implementación de esquemas de conservación y recuperación de ecosistemas costeros y marinos, como los arrecifes de coral, los manglares, los pastos marinos y las dunas”
Esta NDC señala una doble meta a través de la implementación de esquemas de conservación y recuperación de los ecosistemas:
1) Aumentar la captura de carbono (mitigación). Esta meta se centra en los servicios ecosistémicos de secuestro y almacenaje de carbono.
2) Aumentar la protección costera. Esta meta busca reducir la vulnerabilidad de las personas a través de los servicios ecosistémicos asociados a la protección contra fenómenos hidrometeorológicos, aumento del nivel del mar y otros impactos del cambio climático. Por ello, es necesario contar con parámetros específicos que reflejen su efectividad y que den la suficiente información para poder hacer adecuaciones si es necesario y lograr su sustentabilidad en el largo plazo.
